El ser humano es atractivo por naturaleza para los mosquitos – el calor corporal, el ácido láctico que emitimos al transpirar e incluso el dióxido de carbono que exhalamos atrae a los mosquitos. Los repelentes contra insectos son sustancias diseñadas para evitar que los mosquitos aterricen, trepen o piquen la piel. Los repelentes contra mosquitos individuales adoptan muchas formas, incluidas las lociones, aerosoles, rociadores o toallitas y contienen ingredientes activos como el DEET. Se pueden aplicar directamente en la piel o en la ropa. Consulte las instrucciones de uso.
Utilice solo lo suficiente para cubrir las prendas y la piel expuesta. Utilice las manos para humedecer la piel expuesta de forma uniforme. Recuerde las zonas que se suelen olvidar, como los tobillos y la parte posterior de los codos. Y sepa que los productos con un mayor porcentaje de ingrediente activo no proporcionan mayor protección. Solo duran más tiempo. Por tanto, seleccione un producto adecuado para el tiempo que planea pasar en el exterior.
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