Su textura es cremosa, untuosa y algo grasienta, unas propiedades que la hacen perfecta para tapar heridas, pero que pueden llegar a ser un inconveniente a la hora de aplicarla, por ejemplo, sobre todo el rostro, por lo que se suele incluir en otros productos que sí tienen un buen acabado facial.
Precauciones:
Las personas que son sensibles o tienen alergia a los productos derivados del petróleo deben evitar usar vaselina para cualquiera de los usos mencionados
Contraindicaciones:
Si se va a utilizar en heridas menores hay que cerciorarse de que se ha limpiado la zona correctamente, pues si no se ha hecho así la capa de vaselina sellará la zona con los microorganismos dañinos en su interior, lo que supone un riesgo más alto de infección.